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dc.contributor.authorMuñoz Quesada, Hugo Alfonso
dc.date.accessioned2017-10-27T22:16:59Z
dc.date.available2017-10-27T22:16:59Z
dc.date.issued2005
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/20.500.12337/558
dc.descriptionPonencia presentada como investigación base para el INFORME ESTADO DE LA NACIÓN EN DESARROLLO HUMANO SOSTENIBLE 2005 (no. 11), Capítulo: Fortalecimiento de la democracia
dc.description.abstractEste trabajo pretende ver el Tribunal Supremo de Elecciones como resultado de muchos procesos: 1. En primer término, el histórico. Una cadena de acontecimientos, protagonistas, instituciones y normas electorales se van poco a poco gestando en la historia patria, para llevar al punto culminante: la década del 40. 2. En segundo término, el proceso que sirvió de antecedente inmediato a la emisión de una nueva Carta Política, cuyo texto regula con suficientes garantías, el Tribunal Supremo de elecciones. Las elecciones de 1948, en medido de convulsos acontecimientos, provocan la guerra civil de ese año y el nacimiento de la Constitución Política de 1949. El Tribunal Supremo de Elecciones, dotado de instrumentos para impedir los abusos y los fraudes electorales, emerge como una institución clave para el proceso representativo costarricense. Así, tomando en cuenta los antecedentes inmediatos, la Carta Política diseñó un organismo electoral, encargado de dirigir, organizar y supervisar la actividad del sufragio, además con algunas atribuciones jurisdiccionales, que supo encauzar las siguientes contiendas electorales dentro de un ambiente político más tranquilo, aunque todavía se observaba con desconfianza el respeto al resultado de las votaciones, tantas veces desconocido en la historia patria. 3. En tercer término, el proceso evolutivo, a partir de la Constitución vigente, que gravita en torno a las atribuciones del Tribunal Supremo de Elecciones. Potenciada desde su origen constitucional, la competencia de verdadero Tribunal se diseña, a partir de una resolución de la Sala Constitucional de 1992. El texto del voto de la Sala le recuerda al organismo electoral su deber de velar por los derechos electorales, sin declinar su competencia. Se produce así una evolución, de un órgano electoral para dirigir, organizar y fiscalizar las elecciones, función administrativa con otras jurisdiccionales, hacia una verdadera justicia electoral.es_US
dc.language.isoeses_US
dc.publisherSan José, Costa Rica: PENes_US
dc.subjectTRIBUNAL SUPREMO DE ELECCIONES (TSE)es_US
dc.subjectCOSTA RICAes_US
dc.titleEl Tribunal Supremo de Elecciones en Costa Ricaes_US
dc.typeinforme de investigaciónes_US


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