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dc.contributor.authorConsejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la Nación
dc.contributor.editorWeisleder Weisleder, Saúl
dc.contributor.editorGutiérrez Saxe, Miguel
dc.contributor.editorBaldares del Barco, Juan Manuel
dc.contributor.editorRomán Forastelli, Marcela
dc.date.accessioned2017-11-02T19:24:48Z
dc.date.available2017-11-02T19:24:48Z
dc.date.issued2003
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/20.500.12337/680
dc.description.abstractEl presente capítulo tiene seis partes, además de la valoración general. La primera expone un conjunto de tendencias que subrayan el carácter desigual y volátil del crecimiento económico en la región. La segunda parte se detiene en las características y limitaciones del estilo de desarrollo, a partir de las tendencias descritas en la sección anterior. Entre otros asuntos de importancia, se señala que la institucionalidad, lejos de ser el problema, emerge como factor de desarrollo. Las tres partes siguientes se ocupan de profundizar en algunos sectores específicos, pequeñas y medianas empresas, zonas francas de exportación y el sector agrícola-rural, su situación y su potencial de generación de desarrollo humano. Se abordan en detalle las zonas francas de exportación y la inversión extranjera directa, por ser los factores de mayor dinamismo específico en las economías de la región, aunque con un limitado efecto general. Pero también se encuentra a los más rezagados en el proceso de cambio de estilo de desarrollo: las pequeñas y medianas empresas (particularmente las surgidas con el modelo sustitutivo de importaciones), la pequeña agricultura (compuesta sobre todo por los productores de granos básicos y otros productos no exportables) y el mercado laboral en general, que muestra una significativa precariedad debido a los requerimientos de una economía dedicada a la exportación, que ofrece menores garantías a los trabajadores cuanto menor es el valor agregado local de los bienes o servicios por exportar. Además se analiza el sector de exportación tradicional, prestando especial atención a la crisis del sector cafetalero. Con respecto al sector agrícola, su mayor reto apunta a la necesidad de una política que contemple acciones específicas para los micro y pequeños productores, ya sea para elevar su productividad a un nivel de rentabilidad competitiva, o para que logren una transición eficaz hacia nuevas actividades agropecuarias o de otra índole, además de las medidas de apoyo general al sector, como las de tipo sanitario y fitosanitario, y las relacionadas con infraestructura. El desafío está en reconocer que los cambios, particularmente en los sectores “tradicionales”, requieren el diseño y la aplicación de esquemas para la transición, pues, ante su ausencia, ese cambio podría generar mayor pobreza, inestabilidad social y transgresión de las reglas de la vida democrática reconocidas como condiciones para el nuevo estilo de desarrollo.es_US
dc.language.isoeses_US
dc.publisherSan José, Costa Rica: PENes_US
dc.relation.ispartofseriesInforme Estado de la Región;2 - 2003
dc.subjectECONOMÍAes_US
dc.subjectAMÉRICA CENTRALes_US
dc.subjectINTEGRACIÓN ECONÓMICAes_US
dc.subjectZONA RURALes_US
dc.subjectSISTEMA ECONÓMICOes_US
dc.titleCapítulo 3 : El desafío del desarrollo económico [2003]es_US
dc.typeparte de libroes_US


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