dc.description.abstract | El 2011 fue un año positivo para la producción costarricense, a pesar de la creciente incertidumbre en los mercados internacionales. La economía recibió un importante impulso de las exportaciones y de la inversión privada, gracias a que su principal socio comercial registró resultados favorables y que los servicios, especialmente los transados a nivel internacional y los de reciente apertura (telecomunicaciones y seguros) mostraron un notable dinamismo. En contraposición, a nivel de generación de empleos, los resultados fueron menos favorables. Aunque a nivel global se recuperaron los empleos perdidos durante la crisis, las cifras no alcanzaron para satisfacer las aspiraciones de la nueva fuerza laboral, con lo cual la tasa de desempleo en el 2011 alcanzó un nivel similar al 2009. Además, la expansión que ha tenido la producción en los últimos dos años no ha sido suficiente para que los trabajadores más afectados por la reciente crisis recuperen su empleo. Debido a que estos se relacionan con bajos niveles de educación, productividad e ingresos, el crecimiento de los últimos dos años no logró acompañarse de una reducción en los niveles de pobreza.
El robusto crecimiento que se registra desde la segunda mitad del 2011 y que se extiende hasta casi mediados del 2012, se enfrenta a las crecientes perturbaciones de los mercados internacionales, que han comenzado a debilitar los indicadores de economías desarrolladas como Estados Unidos y de economías emergentes como China y Brasil. Esto sumado al efecto que las presiones fiscales locales están teniendo sobre las tasas de interés y la inversión pública, hacen prever que es poco probable sostener el nivel de expansión actual. Además, es necesario repensar las acciones a seguir ante una eventual recaída de la economía mundial, dado el limitado margen de maniobra que existe para aplicar una política fiscal y monetaria contra cíclica y los pocos avances que se registran en indicadores de competitividad y productividad del país. | es_US |