Caracterización e impactos sectoriales y sociales de la crisis económica 2008-2009: Lecciones aprendidas y retos de política económica.

Abstract

El 2009 fue una año de contrastes para la economía costarricense. En los primeros meses experimentó una fuerte contracción, pero hacia finales de año la economía comenzó a recuperarse. Además, los efectos en la producción fueron disímiles en buena parte por la mayor diversificación de la economía. Las actividades de servicios no tradicionales mostraron un buen desempeño y las asociadas a procesos tecnológicos más avanzados se comenzaron a recuperar más rápido. En este sentido, el nuevo esquema de desarrollo implementado hacia mediados de los años ochentas ha dado frutos positivos. En estas actividades (Nueva Economía) la mano de obra empleada cuenta con niveles de educación mayores y percibe ingresos superiores en comparación a los ocupados en las actividades tradicionales (Vieja Economía). Esta situación llevó a que el impacto socioeconómico de la crisis fuera mayor en la Vieja Economía, debido a que el empleo informal y el de los obreros industriales y agrícolas fue el más afectado y estos se concentran precisamente en las actividades tradicionales. Con un menor nivel de educación, su flexibilidad y versatilidad para movilizarse hacia otras actividades es muy limitada. El país enfrenta entonces el reto de mejorar el nivel de educación de la fuerza laboral, especialmente en la Vieja Economía. Sin embargo, en las últimas dos décadas los avances no son mayores. También es necesaria una mayor vinculación entre las actividades de la Vieja Economía con las de la Nueva Economía, las cuales muestran un mayor dinamismo y oportunidades de empleo de mayor calidad. Para lograr esto es clave fortalecer la integración entre las políticas Mipymes, la política de comercio exterior y las políticas de desarrollo productivo.