dc.description.abstract | Los niños, niñas y adolescentes son el presente
y futuro de las sociedades centroamericanas.
Las oportunidades que dispongan hoy para su
desarrollo personal, marcarán el rumbo de la región
en la primera mitad del siglo XXI. Son, además,
personas especialmente vulnerables por su
condición propia de seres cuya personalidad, hábitos
y valores, se encuentran en plena formación.
De ahí que, en una etapa crítica para el desarrollo
personal, los y las jóvenes estén
expuestos a múltiples amenazas1.
El capítulo ilustra la tensión entre una situación
límite, la de miles de jóvenes atrapados en
el mundo de las maras en El Salvador (que, con
sus adaptaciones, puede aplicarse a otros países)
y un proceso esperanzador, el del progresivo reconocimiento
de los derechos de la niñez y la
adolescencia en las nuevas legislaciones centroamericanas.
El propósito no es señalar que todos
los jóvenes están en riesgo de convertirse en mareros,
sino mostrar las implicaciones de un caso
extremo de exclusión social. En particular, esta
exclusión social genera oportunidades perversas
que terminan por afectarlos profundamente y
también a la sociedad en general. El capítulo no
resuelve esta tensión entre la esperanza y la desesperanza,
sino que más bien la marca. Incluye
una sección sobre los avances en la institucionalidad
para la defensa de los derechos de las mujeres
y la equidad de género (Recuadro 10.1). La
experiencia de las mujeres puede ser útil para
mostrar el desarrollo gradual de una
institucionalidad más robusta y capaz de
promover los derechos de poblaciones afectadas
por la desigualdad. Se incluye una breve descripción
de la vulnerabilidad de la población menor
de edad, así como un recuento de aspectos centrales
de la Convención de Naciones Unidos
sobre los Derechos del Niño. | es_US |