dc.description.abstract | Los recursos que el estado costarricense destina a crear capacidades en su población a
través de los servicios de educación son claramente una inversión cuyos réditos
sustantivos solo se verán cuando esta inversión haya “madurado”, de modo que los
beneficios que se disfrutan hoy día son el resultado de inversiones pasadas y del
esfuerzo que se realice en la actualidad solo se verán sus resultados en los próximos
años.
Estos recursos comprenden recursos humanos, directos como los docentes e indirectos
como los que participan en las actividades complementarias y de dirección, los recursos
materiales y de infraestructura. Un denominador común de estos recursos es que hay
que pagarlos, por lo que el gasto que el Estado realice en esas erogaciones es una
buena aproximación, aunque no exacta, de los recursos utilizados en los servicios
educativos públicos y en esa medida de la inversión realizada en este campo por el
estado pero no por la sociedad en su conjunto. Ello es así, pues no se incluye el gasto
de bolsillo de los padres de los estudiantes de los centros públicos, el aporte que hacen
las comunidades a través de las juntas de educación y de los patronatos escolares, ni el
valor del servicio que presta la infraestructura educativa fruto de inversiones pasadas.
Tampoco se computa el gasto de los padres en educación de centros privados para
arribar a una estimación del gasto total en educación que realiza el país.
El objetivo de este informe es el de cuantificar y analizar esa inversión pública en la
última década, desglosado por nivel educativo. Para ello se estructura este informe en
tres secciones adicionales. La siguiente se ocupa de algunas precisiones
metodológicas para llegar a estimar la inversión pública en educación. La siguiente
muestra y analiza los resultados encontrados, para concluir con una recapitulación de
los principales hallazgos. | es_US |