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dc.contributor.authorSánchez Molina, Virginia
dc.date.accessioned2017-11-05T04:15:20Z
dc.date.available2017-11-05T04:15:20Z
dc.date.issued2012
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/20.500.12337/847
dc.descriptionPonencia presentada como investigación base para el INFORME ESTADO DE LA EDUCACIÓN 2011 (no. 3)
dc.description.abstractEl PIAD surgió en 1998, en el seno de la entonces División de Control de la Calidad del MEP, hoy denominada Dirección de Gestión y Evaluación de la Calidad. La herramienta tecnológica fue desarrollada por la Asociación para la Innovación Social (ASIS). En 2006 el MEP avaló su uso y se puso en práctica a través de un acuerdo de cooperación firmado en marzo de 2008, en el que participan la ASIS, la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED) y la Asociación Nacional de Educadores (ANDE). En marzo de 2011 se asigna a la citada Dirección la responsabilidad de coordinar todos los aspectos técnicos y administrativos para la implementación e institucionalización del PIAD. El Programa se aplicó primero en escuelas, donde tuvo su mayor desarrollo, y posteriormente en colegios. La investigación recoge percepciones de actores ubicados en siete colegios que se catalogan como los más avanzados en el uso del PIAD y evidencia que éste se promueve en contextos educativos con escasas o nulas culturas en materia de gestión de la información, con equipos informáticos no apropiados y obsoletos, en algunos casos con poca conectividad o limitado acceso a Internet y con personal que no está suficientemente capacitado. Los actores valoran el PIAD como un programa de gran potencial, pero enfatizan en que se encuentra en proceso de construcción y mejora permanente. Su aplicación se ha tenido que adecuar a los requerimientos y necesidades de la enseñanza secundaria y hasta el momento tiene un uso restringido. Se emplea sobre todo para generar informes sobre ausentismo de los alumnos, emitir certificaciones y registrar notas trimestrales y estadísticas de rendimiento estudiantil. Entre los desafíos identificados destaca la necesidad de mayor coordinación y articulación entre las instancias del MEP y los colegios, con el fin de que la información que se recoja sea simple, pertinente, de utilidad para alimentar la toma de decisiones en los diferentes niveles y adecuada a las condiciones y contexto de los usuarios. Además, se debe evitar la doble o triple digitación y garantizar la coincidencia entre los formatos de los reportes de salida del PIAD y los informes del MEP. Los usuarios demandan no solo mayor capacitación, equipos y condiciones adecuadas, sino también una estrategia de seguimiento y acompañamiento más oportuna.es_US
dc.language.isoeses_US
dc.publisherSan José, Costa Rica: PENes_US
dc.rightsacceso abiertoes_ES
dc.subjectPROGRAMA DE INFORMÁTICA PARA EL ALTO DESEMPEÑO (PIAD)es_US
dc.subjectEVALUACIÓNes_US
dc.subjectGESTIÓN EDUCATIVAes_US
dc.subjectCENTRO EDUCATIVOes_US
dc.subjectENSEÑANZA SECUNDARIAes_US
dc.subjectRENDIMIENTO ACADÉMICOes_US
dc.subjectMATRÍCULAes_US
dc.subjectMINISTERIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA (MEP)es_US
dc.subjectEVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓNes_US
dc.subjectDATOS ESTADÍSTICOSes_US
dc.titleValoración del PIAD (Programa de Informatización para el Alto Desempeño) como instrumento de apoyo a la gestión de los colegios, según los actores de los centros educativoses_US
dc.typeinforme de investigaciónes_US


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