dc.description.abstract | En 2015 no hubo progresos en el cumplimiento de las aspiraciones
del desarrollo humano en el ámbito de la equidad y la integración
social. Es cada vez más claro que las escasas oportunidades que genera el
mercado de trabajo, aun con la creciente inversión en políticas sociales,
limitan las mejoras en los principales indicadores. La desigualdad se
mantiene estancada en niveles altos y no se logra reducir la pobreza por
ingresos. Esta situación pone en riesgo la sostenibilidad del desarrollo
humano del país. En materia de equidad e integración social, no
registrar avances a la postre significa contabilizar retrocesos.
La inversión social pública (ISP) ha sido sometida a una presión extra
en las dos últimas décadas. Además de procurar la integración social
de los grupos más desfavorecidos y generar oportunidades de acceso a
la educación y los servicios de salud para todos los habitantes del país,
debe lidiar con una economía que cada vez más excluye de los beneficios
del crecimiento a importantes segmentos de la población. Enfrentar
este nuevo reto es difícil, no solo por la delicada situación fiscal del
país, sino porque la expansión de la ISP ya se está dando por la vía del
encarecimiento de los programas. En este contexto, será fundamental
lograr mejoras sustanciales en la eficiencia del gasto, acompañadas de
políticas que enfoquen la expansión hacia los programas capaces de
generar mayores impactos sobre la desigualdad. | es_US |