Permanent URI for this communityhttps://hdl.handle.net/20.500.12337/1
El PEN es un programa de investigación y formación sobre desarrollo humano sostenible que pertenece al Consejo Nacional de Rectores (CONARE), a donde se agrupan las universidades públicas de Costa Rica. Brinda información relevante para la formulación de políticas públicas y opinión crítica de la ciudadanía sobre temas estratégicos, tanto en Costa Rica como en Centroamérica.
Browse
Browsing Programa Estado de la Nación (PEN) by Issue Date
Now showing 1 - 20 of 1774
- Results Per Page
- Sort Options
Item Estado de la nación en desarrollo humano sostenible [1995](San José, C.R. : PEN, 1995) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónItem Estado de la nación en desarrollo humano sostenible [1996](San José, C.R. : PEN, 1996) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónItem Estado de la nación en desarrollo humano sostenible [1997](San José, C.R. : PEN, 1997) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónItem Estado de la nación en desarrollo humano sostenible [1998](San José, C.R. : PEN, 1998) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónItem Estado de la nación en desarrollo humano sostenible [1999](San José, C.R. : PEN, 1999) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónItem State of the region: First report summary(San José, Costa Rica: PEN, 1999) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónEl presente informe realiza un análisis de los principales indicadores del desarrollo humano sostenible. Se realiza un análisis del crecimiento de la población, la pobreza en la región. Además investiga las brechas entre los distintos grupos, desde la perspectiva de la educación, acceso a servicios de salud, hogar y servicios básicos. Presta especial atención al tema ambiental en la región.Item Primer Informe Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible(San José, Costa Rica: PEN, 1999) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónPor primera vez en treinta años, la región experimentó, en general, una década positiva. En efecto, Centroamérica está en 1999 en una mejor situación económica, social y política que en 1990, gracias a sus esfuerzos para lograr la estabilidad política, social y económica, y completar las transiciones democráticas. No puede minimizarse la importancia de terminar con décadas de autoritarismo y conflictos armados y de retomar la senda del crecimiento económico. Centroamérica ha sido, en años recientes, la única región en el mundo capaz de resolver pacíficamente guerras civiles de larga data, mediante una combinación de acciones regionales y nacionales no derivadas de la intervención de fuerzas políticas o militares internacionales. Hoy, ningún grupo social o político justifica la desigualdad social en nombre de la estabilidad política y la seguridad nacional. El ímpetu de esta nueva ronda de integración regional es sólo comparable al de tres décadas atrás, que había sido liquidado por las guerras. A diferencia de la ronda anterior, la presente se basa en una nueva estrategia contenida en ALIDES, e incluye nuevos países como Belice y Panamá, nuevos temas sociales, ambientales y políticos, y nuevas instituciones. Sin embargo, la integración es un proceso que enfrenta desafíos y muestra debilidades importantes, aún con una mayor participación de la sociedad civil. Coexisten diversas visiones sobre la región y el tipo de integración posible y necesaria. En contraste con la austeridad de Esquipulas II, existe una inflación de acuerdos regionales, con una capacidad y voluntad para ejecutarlos apenas en construcción y un divorcio entre las agendas gubernamentales y las de diversos grupos sociales y económicos. Además, la nueva ronda surge en época de posguerra, con gobiernos y sociedades obligados a resolver agudos problemas sociales y políticos. Es una integración presionada no sólo por la necesidad de mostrar resultados tangibles, sino por el imperativo de mantener su prioridad frente a los desafíos nacionales.Item Capítulo 14 : Los esfuerzos de las poblaciones: las migraciones en Centroamérica [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Maguid, Alicia; Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónEn los últimos treinta años, los movimientos migratorios en la región centroamericana se incrementaron y diversificaron dramáticamente. A los flujos migratorios históricamente presentes entre países de la región y, particularmente en las zonas transfronterizas, se agregaron dos fenómenos novedosos: los movimientos forzados de amplios sectores de la población, producto de conflictos bélicos y de condiciones políticas que ponían en riesgo la vida de las personas, y un aumento marcado de la emigración, mayoritariamente hacia Estados Unidos y, en menor medida, a México y Canadá. El carácter masivo, espontáneo y abrupto de los movimientos forzados que protagonizaron los refugiados, demandantes de asilo, desplazados internos y repatriados durante la década anterior planteó nuevos desafíos a los gobiernos de los países de acogida y de expulsión, a los organismos internacionales y a la sociedad civil en su conjunto para responder con acciones que garantizaran la supervivencia y el respeto de los derechos humanos de las poblaciones afectadas. Por otra parte, pusieron en evidencia las limitaciones de los métodos y fuentes tradicionales existentes para medir la magnitud real, las características, las causas e implicancias de estos movimientos. Este capítulo invita a pensar en la problemática migratoria de la región, a partir de realidades y desafíos que constituyen puntos de interés comunes y de responsabilidad compartida por todos los países centroamericanos, más allá de sus diferencias sociales, económicas y culturales.Item Capítulo 13 : Los esfuerzos de la sociedad para la integración regional [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la Nación; Benavente, CarlosEn la presente década emerge una dinámica sociedad civil centroamericana, o sociedad civil regional, caracterizada por su diversidad social, organizativa e ideológica (Morales y Cranshaw, 1998; Campos y Hernández, 1997). La sociedad civil regional ha contribuido de múltiples maneras a la nueva ronda de integración. Primero, sus organizaciones han logrado erigirse en interlocutores de los gobiernos y las instituciones de integración, creando nuevos mecanismos de participación social y de influencia sobre las agendas integracionistas. Segundo, canalizan importantes recursos financieros, técnicos y humanos para el fortalecimiento de otras entidades de la sociedad civil y la promoción de programas de desarrollo locales, con participación de las comunidades. Tercero, son medios de creciente relevancia para el intercambio de experiencias e información en un amplio conjunto de temas. El presente capítulo documenta, sin pretensiones de exhaustividad, algunos de los esfuerzos más significativos que diversos actores de la sociedad civil realizan por integrar la región. Identifica el tipo de lazos que esta pluralidad crea entre las sociedades del istmo, los principales aspectos distintivos de su acción, las prácticas innovadoras y hechos relevantes. Asimismo, pondera algunos desafíos de la sociedad civil.Item Capítulo 10 : La apuesta al futuro: las oportunidades sociales para la niñez y la juventud [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la Nación; Vargas Cullell, JorgeLos niños, niñas y adolescentes son el presente y futuro de las sociedades centroamericanas. Las oportunidades que dispongan hoy para su desarrollo personal, marcarán el rumbo de la región en la primera mitad del siglo XXI. Son, además, personas especialmente vulnerables por su condición propia de seres cuya personalidad, hábitos y valores, se encuentran en plena formación. De ahí que, en una etapa crítica para el desarrollo personal, los y las jóvenes estén expuestos a múltiples amenazas1. El capítulo ilustra la tensión entre una situación límite, la de miles de jóvenes atrapados en el mundo de las maras en El Salvador (que, con sus adaptaciones, puede aplicarse a otros países) y un proceso esperanzador, el del progresivo reconocimiento de los derechos de la niñez y la adolescencia en las nuevas legislaciones centroamericanas. El propósito no es señalar que todos los jóvenes están en riesgo de convertirse en mareros, sino mostrar las implicaciones de un caso extremo de exclusión social. En particular, esta exclusión social genera oportunidades perversas que terminan por afectarlos profundamente y también a la sociedad en general. El capítulo no resuelve esta tensión entre la esperanza y la desesperanza, sino que más bien la marca. Incluye una sección sobre los avances en la institucionalidad para la defensa de los derechos de las mujeres y la equidad de género (Recuadro 10.1). La experiencia de las mujeres puede ser útil para mostrar el desarrollo gradual de una institucionalidad más robusta y capaz de promover los derechos de poblaciones afectadas por la desigualdad. Se incluye una breve descripción de la vulnerabilidad de la población menor de edad, así como un recuento de aspectos centrales de la Convención de Naciones Unidos sobre los Derechos del Niño.Item Capítulo 11 : Los esfuerzos institucionales para la integración regional [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Villarreal Fernández, Evelyn; Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónLa Cumbre de Presidentes centroamericanos de Esquipulas II, celebrada en 1987, y en la cual se aprobó el procedimiento para establecer la paz firme y duradera en Centroamérica1, es el punto de arranque de los esfuerzos institucionales de integración regional de finales del siglo XX. Esquipulas II contribuyó decisivamente a la normalización de las relaciones económicas y políticas en el istmo, al hacer posible su gradual pacificación2, facilitar su estabilización política y la transición democrática de los países gobernados, hasta entonces, por gobierno autoritarios. Al promediar la década de los 80, producto de la combinación de sucesivas crisis económicas y políticas en Centroamérica, las instituciones de integración surgidas en el período de 1950 a 1970, tales como la ODECA, el CMCA y la SIECA, entre otras, prácticamente habían colapsado3. En efecto, estas instituciones sufrieron el retiro de muchos cuadros técnicos, paralizaron casi todas sus acciones, e incluso varios países iniciaron políticas de reforma económica, auspiciados por organismos financieros internacionales, sin consideraciones regionales y sin consultas con las instituciones de integración formal o realmente existentes (CEPAL, 1990)4. La reactivación de los esfuerzos institucionales, a finales de la década anterior, rápidamente dio paso a una nueva ronda de integración centroamericana en los años 90. Primero, la creación del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) implicó una reforma de la institucionalidad heredada de los años 60. Segundo, la suscripción de la Alianza para el Desarrollo Sostenible (ALIDES), por los gobiernos del istmo, estableció una agenda de largo plazo para la integración regional. Tercero, una significativa ampliación de la normativa regional (tratados y acuerdos centroamericanos) expandió las actividades de las instituciones de integración hacia ámbitos tradicionalmente considerados como propios de cada país, tales como asuntos ambientales y de equidad social. Cuarto, en la actualidad nuevos actores gubernamentales y no gubernamentales participan en lo que fue tradicionalmente un ámbito reservado a los gobiernos. Por una parte, Panamá, Belice y República Dominicana se convierten en socios activos del esquema de integración; por otra, las instituciones regionales abren mecanismos de consulta con las organizaciones de la sociedad civil.Item Capítulo 12 : Los esfuerzos empresariales para la integración regional [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Aitkenhead, Richard; Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónEste capítulo explora de manera preliminar la integración microeconómica empresarial, es decir, las decisiones que las empresas adoptan para fortalecer su presencia centroamericana, sea mediante la exportación de sus productos, la adquisición de empresas en otras naciones o la constitución de cadenas empresariales que operan simultáneamente en varios países. Su principal objetivo es mostrar un mundo poco visible pero estratégico para la integración regional, el mundo de los incentivos reales de integración para un actor que, como el empresariado, es clave en las economías centroamericanas. El desafío de la integración microeconómica empresarial para los próximos años es vencer barreras legales e institucionales para la constitución de empresas regionales. Tres asuntos emergen con particular relevancia: primero, la necesidad de acelerar el proceso de armonización en materia legal, comercial y tributaria de los países centroamericanos; segundo, la importancia de ampliar el concepto de inversión extranacional en los empresarios del istmo, especialmente en las empresas pequeñas y medianas y, tercero, estudiar más detenidamente los procesos de las cadenas de valor de la producción industrial, para identificar oportunidades de negocio e incorporar más activamente a las pequeñas y medianas empresas y a las organizaciones cooperativas en el proceso de integración regional.Item Capítulo 01 : sinopsis [Estado de la Región 1999](San José, C.R. : PEN, 1999) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónItem Capítulo 09 : El desafío de la gestión del riesgo y la disminución de la vulnerabilidad [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Girot, Pascal; Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónEl presente capítulo ofrece una sinopsis de las enseñanzas dejadas por las respuestas sociales e institucionales al paso del huracán Mitch, una apreciación de los factores que contribuyen a hacer de Centroamérica un territorio vulnerable, y una perspectiva para la gestión del riesgo en el istmo. Las lecciones derivadas de los esfuerzos realizados a nivel regional, nacional y local en materia de gestión del riesgo, se ilustran mediante una somera presentación de estudios de caso. Por último, se documentan desafíos concretos para una estrategia de cooperación regional en materia de prevención y mitigación de desastres. Se espera así alimentar la reflexión general en torno al proceso de reconstrucción y transformación de Centroamérica en las próximas décadas. Es menestar reiterar que, más que las desgracias, este documento aborda los desafíos que enfrentamos los y las centroamericanas. Por eso, sin pesimismo, ahonda en los elementos que influyen en la vulnerabilidad, y en cómo los impactos de los fenómenos naturales, a su vez, reducen las fortalezas para enfrentar los desafíos del desarrollo. Esto, visto en la escala de las personas, tiene que ver con la holgura como capacidad para sobrevivir, enfrentar las necesidades más sencillas durante la emergencia y, logrado esto, rehacer sus vidas.Item Capítulo 04 : El desafío del agua en Centroamérica [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Barry, Deborah; Hermán, Rosa; Artiga, Raúl; Molina, Hugo; Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónEste trabajo aporta una interpretación actualizada sobre la situación regional de los recursos hídricos. Lo actualizado no se refiere solamente a la información, sino a la manera de abordar el problema desde la perspectiva de las reflexiones internacionales formuladas en los últimos años. El problema del agua ha surgido en el ámbito mundial como un tema de creciente preocupación, hasta adquirir una relevancia global, junto con los fenómenos como el calentamiento global 102 E S T A D O D E L A R E G I O N P A R T E I I • C A P I T U L O 4 y la falta del ozono para el próximo milenio. Este enfoque sobre la problemática del agua, recogido en un conjunto de reuniones y declaraciones de principios mundialmente reconocidos1, enfatiza la importancia del manejo integral del recurso hídrico, para poder garantizar su adecuada renovación como recurso básico para el desarrollo. Este capítulo plantea una perspectiva regional, por cuanto los recursos hídricos son analizados sin considerar las fronteras y divisiones político- administrativas de los países. Muchos fenómenos climáticos, meteorológicos, áreas de drenaje (cuencas) y ecosistemas se dan a escala regional, incluyendo zonas más grandes que los territorios nacionales.Item Capítulo 08 : El desafío de los gobiernos locales democráticos [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la Nación; Zeledón Torres, Fernando; Durán de Jager, PatriciaEste capítulo, pues, explora una interrogante: ¿cuáles son las tendencias regionales del proceso de descentralización y del establecimiento de gobiernos locales democráticos? Al igual que en el capítulo anterior, el estudio se efectúa con una perspectiva regional, la de las tendencias que priman en el istmo. Una excelente colección de estudios publicados por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) ha profundizado en aspectos relevantes del funcionamiento municipal desde una perspectiva nacional, que no compete aquí reiterar o revisar (Córdova et al, 1997). En consecuencia, en este informe la situación de los países tiene siempre una utilidad comparativa, para marcar su similitud o contraste con una tendencia regional. Pese a severas limitaciones en la información, especialmente en el caso de Belice, que no pudo ser incluido, el estudio basa sus apreciaciones, hasta donde es posible, en indicadores cuantitativos.Item Capítulo 02 : Las diversas visiones sobre la región [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Lázaro, Luis Armando; Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónPreguntarle hoy a los y las centroamericanas qué es Centroamérica resulta una pregunta radicalmente distinta a la que podría haberse formulado quince años atrás. El ¡Nunca más! del Acuerdo de Esquipulas de 1987 al repudiar la guerra y establecer un mandato de paz en Centroamérica, creó nuevas condiciones para enfrentar los desafíos regionales y encarar constructivamente esta interrogante. Si bien hubo que esperar varios años para que, mediante la ALIDES, se consolidara un marco regional de paz y desarrollo, es decir, Centroamérica como zona de paz duradera (Kacowics, 1998)1 , lo cierto es que los habitantes del istmo tienen hoy, como nunca antes, una oportunidad para desarrollar, sin exclusiones, una nueva realidad regional. Por ello, en este fin de siglo ¿qué es Centroamérica? tiene significados y consecuencias distintos. Gracias al testimonio directo de decenas de personas, es posible sugerir que en los gobiernos y sociedades del istmo cohabitan diversas visiones sobre la identidad centroamericana. La pregunta ¿existe Centroamérica? sigue suscitando distintas respuestas, algunas de las cuales nos acompañan, con adaptaciones, desde el siglo XIX. Lo nuevo es lo que hacemos con ellas. Históricamente, Centroamérica fue un ideal que, al procurar unir, desunía, acaso porque pocos estaban dispuestos a tolerar una alternativa, y porque en no pocas ocasiones Centroamérica fue un ideal para reclamar un poder regional o para oponérsele. Hoy, después de Esquipulas y ALIDES, la misma pregunta se formula con libertad y se contesta con otro sentido, el de afianzar los esfuerzos para lograr un mayor desarrollo humano sostenible. Los y las centroamericanas hemos creado la oportunidad para que la pluralidad de visiones sobre la región pueda convertirse en una polifonía y no en un desconcierto.Item Capítulo 05 : El desafío de la inserción inteligente en la economía internacional [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Fallas Venegas, Helio; Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónEl presente capítulo estudia, pues, el grado de preparación de la región, y de cada uno de los países, para participar en áreas o zonas de libre comercio. Aunque el trabajo hace mención de la preparación para el Área de Libre Comercio de las Américas, conocida por sus siglas en español como ALCA, se considera que los resultados del trabajo son extensivos a otras áreas de integración comercial. Este análisis de la preparación permitirá identificar factores clave, en los que países tienen mayores rezagos respecto a los mismos factores, en otros países del continente, así como aquellas fortalezas que les otorgan ventajas importantes en materia de potenciales beneficios comerciales. ¿Por qué es útil conocer el grado de preparación de Centroamérica y de las economías que la componen? Primero, los países son pequeños, de menor desarrollo relativo, que los que ya se han comprometido a participar en el ALCA. Esto implicará competir con economías grandes, más desarrolladas en ciertos campos (por ejemplo, en materia industrial, infraestructura y mercados financieros) y mucho más competitivas. Las naciones del istmo deberán ser capaces de identificar los factores críticos para una integración comercial a una escala más grande y ejecutar acciones para promoverla. Segundo, el potencial de crecimiento en Centroamérica depende más de su crecimiento hacia afuera que hacia adentro, característico del período de sustitución de importaciones que prevaleció en décadas anteriores. Tercero, la creación de una zona de libre comercio con países de mayor desarrollo relativo pondrá a prueba las empresas nacionales, por lo que resulta necesario actuar sobre los factores que más limitan la inversión y el desarrollo. Finalmente, dado que el plazo de inicio del ALCA es el año 2005, resulta apremiante iniciar o acelerar acciones coordinadas en el ámbito regional, para superar rezagos en materia económica, social y política y avanzar hacia niveles de desarrollo más elevados, de manera que se pueda enfrentar con mayores posibilidades de éxito los retos de la globalización y una mayor competencia con empresas que pertenecen a países de mayor desarrollo relativo (CEPAL, 1996).Item Capítulo 07 : El desafío de los Estados de derecho y la representación democrática [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la Nación; Núñez, Eduardo; Zeledón Torres, FernandoNinguno de los conflictos militares que en 1988 desgarraban la región, perdura. Ninguno de los regímenes autoritarios existentes en 1978 sobrevive hoy1. Si la democracia tenía, hasta hace pocos años, un arraigo excepcional, hoy todos los países del istmo, incluso su democracia más antigua, experimentan un impulso democratizador2. Los gobernantes son electos por la ciudadanía; las fuerzas armadas, allí donde existen, están subordinadas al poder civil; las violaciones de los derechos humanos no son, como en el pasado reciente de varios países, política de Estado, y se experimenta con nuevas formas de control político e institucional, débiles aún en muchos casos, sobre el poder estatal. La fortaleza, y hasta el arraigo, de este impulso democratizador es objeto de un intenso debate político. ¿Han concluido o no las transiciones democráticas en Centroamérica? ¿Qué tipo de regímenes políticos ha emergido, democracias disminuídas o democracias “a secas” (Collier y Levistky, 1997)3? ¿Ha ocurrido un proceso de consolidación democrática? (Linz y Stepan, 1996)? Estas interrogantes son la contraparte de innumerables problemas políticos que, en la práctica, afectan a los regímenes democratizados del istmo. La inclusión de los indígenas como ciudadanos plenos es un hecho reciente y todavía precario, a pesar de ser ellos uno de cada cinco centroamericanos. En la región existen disparidades notables en lo que concierne a la gestión transparente de los sistemas electorales. La debilidad del Estado de derecho en amplias zonas es tal, que puede decirse que la población centroamericana obtiene sus derechos políticos sin tener garantizado el ejercicio de sus derechos civiles. En todos los países, la ciudadanía expresa crecientes dudas y apatía hacia la política y su seguridad personal y jurídica es, en muchos casos, precaria.Item Capítulo 06 : El desafío de la equidad social [1999](San José, Costa Rica: PEN, 1999) Sauma, Pablo; Consejo Nacional de Rectores (Costa Rica). Programa Estado de la NaciónEn este capítulo se adopta la noción de equidad social propuesta por A. Sen y recogida por el planteamiento sobre el desarrollo humano sostenible del PNUD (Sen, 1992; PNUD, 1991-1997). Por equidad se entiende la igualdad de capacidades de las personas para funcionar en una sociedad. Capacidad para funcionar, a su vez, se refiere a la libertad de las personas para ser y hacer, para escoger el estilo de vida que más valoran. La equidad social como igualdad de capacidades es un paso adelante en la polémica entre aquellos que sostienen que la equidad es sinónimo de igualdad de oportunidades y los que afirman que la equidad es una igualdad en los resultados sociales (o distribución social). A los primeros recuerda que una oportunidad, para que sea verdadera, no sólo tiene que estar disponible, sino que las personas deben tener la capacidad de aprovecharla. A los segundos señalar que una distribución social igualitaria puede ocultar inequidades, pues las personas difieren en sus necesidades, habilidades y aspiraciones. Por brechas de equidad se entiende las desigualdades de capacidades originadas en la condición social, sexo, edad, región, etnia o nacionalidad de las personas, es decir, que no están relacionadas con las habilidades, destrezas y aspiraciones personales (Gutiérrez, 1997; PNUD, 1991-1998). Por integración de brechas se entiende los esfuerzos institucionales, públicos y privados, por aminorar las brechas de equidad mediante la asignación de recursos humanos, técnicos y financieros. Finalmente, por oportunidades de movilidad social se entiende la ampliación en las capacidades de las personas generadas por los esfuerzos de integración de brechas.